La chica de ayer


El velo de la tarde va cayendo
pausado, aún falta para la noche
un día tedio, ni bueno ni malo
lánguido quizás, lo pienso
de primaveras a otoños
y en un abrir y cerrar de ojos
cayó la nieve, suave 
sobre mí, sobre ti, sobre el todo.

No cuentes los versos, no riman
como los años, convexos.

Me he asomado a la ventana, abierta
y la he visto, llevaba una falda corta
una camiseta de antaño 
y su pelo galopaba con el viento
como olas entre caracolas
ella sonreía y brillaban sus ojos 
llenos de sueños
y me ha saludado con la mano
mientras se iba calle arriba.
Al cerrar la ventana, 
su reflejo en el cristal, me ha preguntado:
"¿Qué pasó con tu vida, a dónde se fueron tus sueños?"
©Belinda