Qué fácil sería mentiry pensar que fue un camino ameno el caminar
porque tenía que caminar
incluso bailar
sin duda, había que bailar
aunque el son de la batuta rechinara entre los dientes
aunque a cada paso, el fardo pesara quintales.
Entre sonidos celestiales
y palabras de mortales
el vals del amor con lentejas y garbanzos
quebró sus piernas firmes
dejando venas por doquier a quien las quiera ver.
Para qué va a mentirse
el futuro es tan incierto como tan cierto es
en este aquí, somos ceniza de escombro
de un puñado de huesos y sueños
que yacerán en alguna tumba
con loza marmórea bajo el cielo gris.
poema año 2017