Fantasma




Cierro los ojos respirando tu aroma,
buscando tu fragancia,
me pierdo en tus brazos 
tu perfume,
penetra en mi mente,
torturando mis sentidos,
embriagando mi ser,

te sueño, rodeando mi talle,
tu boca, trazando senderos,
recorriendo mi cuello, 
con besos de fuego,

a mi oído,
palabras de amor 
y  tus labios en mi pelo,
se aceleran mis latidos, 
despertando mi deseo,
busco tu mirada,
abro los ojos
y desapareces.
©Belinda

Idioteces y Soledades



En la soledad de mi alcoba,
pensativa, en mi cama revuelta
he repasado los días, que me diste coba,
mientras por mis auriculares 
me invade la música celta.

Pero no encuentro consuelo
ni en salidas, textos o escrituras,
será que un día vi tu cielo
y tal alucinación
me indujo calenturas.

Ha llovido mucho desde entonces,
y aunque sé, que nada consigo llorando,
siguen las lágrimas surcando,
será que sólo pienso idioteces.

Y a pesar
 que navegar por el pasado
 es un tormento,
aún no hay navío 
que amarre mi lamento.
©Belinda



Olvidar...





Cerró los ojos y el sonido del mar;
olas, chocando entre rocas y acantilados,
la estremecieron,
el aroma a sal marina,
invadió sus sentidos.
Ella se dejó llevar, uniendo sus latidos con el océano,
en aquel lugar volaba libre su corazón.
Ya no existían muros ni barreras;
sólo cielo para cubrirse y luna para iluminarse.
Soñando la sirena,
las olas salpicaron su piel.
Dejándolo todo, no miró atrás,
adentrándose en la espuma blanca,
sus lágrimas se fundieron con el mar.

©Belinda

Ensoñación


Sacó su rostro por la ventana
y la brisa dulce jugó con su pelo.
La suave acaricia le hizo cosquillas,
elevando su cara, cerrando los ojos,
intentando ver, la imaginó allí,
lejos de él, en otro lugar, en otra ventana,
mirando la luna, tocándose el pelo,
soñando tal vez...
¿Quizás con él?
y una estrella fugaz brilló en el cielo.
©Belinda

Invisible



Y te sueño a mi lado
invisible y quieto
silencioso y reservado
mientras tu aliento
susurra a mi oído
palabras que nunca oiré.
Y ya no estás o ya te fuiste
o tal vez nunca estuviste.

©Belinda

Eres solo un sueño


Vives en mis sueños, 
porque siempre te he soñado.

Vives en mi mente y en mis noches solitarias.

Entre sabanas arrugadas,
ya frías, ya calientes,
abrazando la almohada,
buscando el calor de tu cuerpo.
Enlazando lo qué no hallo,
y entre mis brazos abiertos,
me desespero.

En este llanto nocturno,
mis labios
prueban las lágrimas,
que por ti voy derramando.

Tirita mi cuerpo
y mis manos se crispan
atrapando lo inexistente.
Siente mi boca besarte en la noche
y
el susurro de mi aliento en tu cuello,
pues mientras dormías,
un beso le he robado a tus labios.

Existes,
porque te imagino
como nunca nadie te ha imaginado.
Y en silencio busco tu mirada
vaga, casi inexistente.
Y siento la tristeza que la distancia me ha dejado.
¿Sabes que te pienso?
¿Sabes que te amo?
Eres sólo un sueño.

©Belinda

Mi madre



En las estrellas fugaces veo tu carita,
cálida y bella, a pesar de los años.
Son tus ojos más lindos y hermosos,
que cualquier esmeralda,
y, no quiero en ellos, abrojos ni penas,
pues mil mariposas bañan tu cielo.
Es tu mirada la más hermosa,
y, los luceros del alba, envidian tu celo,
en ella me pierdo, si ando vagando.

¡ Pues tú encandilas al más pendenciero!

Es tu sonrisa, diáfana y alegre,
pues versos en prosa, salen de ella,
oleajes y maremotos, habitan tu espíritu,
aflorando, a veces, en las noches veladas.

Tu perfume perdura, estaciones enteras,
y es tu regazo, mi tierno consuelo
más si alguna vez, lloras, por culpas ajenas,
yo te abrazo, te lleno de besos,
y siempre te digo:
¡Mamá yo te quiero!
© BT