Olvidar...





Cerró los ojos y el sonido del mar;
olas, chocando entre rocas y acantilados,
la estremecieron,
el aroma a sal marina,
invadió sus sentidos.
Ella se dejó llevar, uniendo sus latidos con el océano,
en aquel lugar volaba libre su corazón.
Ya no existían muros ni barreras;
sólo cielo para cubrirse y luna para iluminarse.
Soñando la sirena,
las olas salpicaron su piel.
Dejándolo todo, no miró atrás,
adentrándose en la espuma blanca,
sus lágrimas se fundieron con el mar.

©Belinda

3 comentarios:

  1. En el mar de los sueños nadamos buscando un amor que encienda la llama de la vida que como un faro nos guiara a través de las olas hacia el infinito y mas allá.

    Hermoso poema!

    Besos
    Ezequiel

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  2. El mar inspirador y sanador. Una sirena triste cantando olvidos. Abrazos.

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  3. Que bonito el poema, me gusta mucho el final.

    Abrazo

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