Qué puedo decirte que tú no sepas
si las palabras perdieron valor,
cuando los sentimientos las desplazaron.
Eres luz de Luna
en mis noches solitarias,
eres el Sol que acaricia mi alma,
eres mi todo y mi otra mitad
mi deseo y mi pasión.
Y en este silencio que me rodea,
grito con los labios cerrados,
que esta noche me faltas
y lloro en silencio.
Cierro los ojos y en mi sueño
vienes a mí,
me abrazas,
tus manos rozan mi piel
y tu boca, en mis labios entreabiertos,
pone mil caricias prohibidas
que encienden mi cuerpo,
mientras los latidos de mi corazón se aceleran,
y como una música que nos envuelve con su ritmo,
mi cuerpo al compás de tu cuerpo se eleva.
Temblando te susurro al oído suavemente
"llévame lejos, hazme volar".
Y me muero de placer cuando tus manos
me llevan tan cerca y tan lejos a la vez.
Sin ti mis días son grises y mis noches tan frías
mi amor prohibido,
mi amor lejano,
mi amor secreto.
Nos separa el todo y la nada,
el miedo y el dolor que llenan mis pensamientos.
Y tiemblo mientras pienso en efímeros momentos
de caricias frenéticas perdidas entre jadeos.
Y con la frente sudorosa y los labios húmedos,
cierro los ojos para reencontrarte
en mi próximo sueño.
Julio 2013 . ©Belinda