Mi madre



En las estrellas fugaces veo tu carita,
cálida y bella, a pesar de los años.
Son tus ojos más lindos y hermosos,
que cualquier esmeralda,
y, no quiero en ellos, abrojos ni penas,
pues mil mariposas bañan tu cielo.
Es tu mirada la más hermosa,
y, los luceros del alba, envidian tu celo,
en ella me pierdo, si ando vagando.

¡ Pues tú encandilas al más pendenciero!

Es tu sonrisa, diáfana y alegre,
pues versos en prosa, salen de ella,
oleajes y maremotos, habitan tu espíritu,
aflorando, a veces, en las noches veladas.

Tu perfume perdura, estaciones enteras,
y es tu regazo, mi tierno consuelo
más si alguna vez, lloras, por culpas ajenas,
yo te abrazo, te lleno de besos,
y siempre te digo:
¡Mamá yo te quiero!
© BT

2 comentarios:

  1. Que bonito homenaje, debe estar orgullosa.

    Abrazo

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  2. Estimada poeta tu madre debe sentirse muy feliz de tener una hija tan dulce y sensible capaz de conmover con un hermoso poema aquella persona que se sumerja

    Hermoso poema!

    Besos
    Ezequiel

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