En el laberinto de la infancia
se perdieron los deseos
como estrellas fugaces en el cielo
y envueltas en sueños se van soplando las velas.
—Míralas ahí tumbadas como yacen
las risas en el suelo formando un eco
entre los juegos infantiles y las muñecas de trapo,
qué lastima, ya sólo queda el recuerdo de un patinete roto...
Y mientras la vida galopa, discurren insolentes;
los guiños y sonrisas de los días
mientras se alejan a paso veloz
los sueños y la locura de la juventud.
Habrá que trabajar aunque sea de friega platos
que el mañana ya está aquí aporreando la puerta
y mientras espero en la cola del paro... pienso;
y de mayor quería ser astronauta...
© BT
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