Ha pasado tanto tiempo
que aún dudando, no sé si dejarte
ahí suspendido en el tiempo.
Han pasado tantos meses
y con pesar ya no me encuentro
aquí en versos o intereses
que tengan sentido con lo qué ahora estoy viviendo
en este ahora -a mi blog-.
He cambiado tanto
que ni el fulgor de un murmullo
puede tambalear mi calma.
que ni el fulgor de un murmullo
puede tambalear mi calma.
He visto cosas horribles
personas atadas que gritaban
obscenidades a oídos sordos
cuerpos que se retorcían
pidiendo la muerte
mientras la sonda seguía
alimentando sus huesos
y el alma atrapada en el cuerpo
decrepito con aliento a podrido
seguía encerrada esperando
sin tregua su libertad.
Este trabajo me está cambiando...
©BT
©BT
La vida es un retrato macabro, al que vemos si no todos los días, reiteradamente. El otro que dice amarnos, es una máscara de fingimiento y se llega a detestarlo...y la muerte ensombreciendo el paso con sus agujas, respiradores, sondas...Me encantó el poema.
ResponderEliminarUn abrazo. carlos
Muchas gracias Carlos.
EliminarAbrazos
Nuestra hora, nuestro último segundo, se almacena, se graba como una eterna fotografía. Como un aliento exiguo de nuestro maldito devenir.
ResponderEliminarUn placer leerte
besos Belinda