“El desayuno en "tête-à-tête"”


                Desfilan los versos, revueltos                    

con el aroma de los cafés matutinos

como añoranzas perdidas,

mientras la mente, 

se desempolva a golpe de pluma.

Quitando las brozas 

aparece un epitafio dulce y demente

de mil cuchillas atizando la mente 

mientras se hurga en el alma al dente 

entre lo lascivo y lo absoluto 

del casual encuentro de dos mentes 

que se unen en un espejismo.©Belinda


Imagen de Dirceu Veiga 

4 comentarios:

  1. Danzan los versos revueltos
    con el aroma de un café lejano
    y esos versos, tal vez olvidados,
    despiertan de un largo sueño.

    Me gustó este poema, Belinda.

    ResponderEliminar
  2. Ay los espejismos.... pero peor sería no tenerlos, no?

    Besos.

    ResponderEliminar